Ministerio BETANIA MARZO 2006
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Cuaresma: La aventura del desierto
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Con el “Miércoles
de Ceniza” abrimos una vez más ese capítulo de nuestra vida litúrgica y eclesial
que se llama Cuaresma. Cuarenta días de preparación a la Pasión, Muerte
y Resurrección de Cristo que celebramos en la Semana Santa. La redención es el acontecimiento que da sentido a la Iglesia,
nuestra identidad cristiana, nuestra fe y toda nuestra vida. Como nos dice el apóstol San Pablo: @Si Cristo
no hubiese resucitado, vana sería nuestra fe@.
Podemos llamar sin miedo a la Cuaresma ALa aventura del desierto@, pues nos vamos a comprometer con Jesús a emprender la aventura de nuestra renovación o conversión. Eso requiere el
desierto de nuestro sacrificio, del ayuno de nuestros orgullos, pecados, envidias, maniobras sucias, calumnias, intenciones
torcidas, pasiones corporales, egoísmo, ambición, etc, para que el Viernes Santo, con Cristo, crucifiquemos nuestro Ahombre viejo@ y resucitemos
la noche Santa del Sábado con El y en El, a una criatura nueva. Deseo compartir con ustedes una joya. Es un mensaje
escrito por alguien cuyo proceso de ser declarado santo por la Iglesia está vigente
en estos momentos. Se trata del P. Jose Vandor, sacerdote misionero salesiano que trabajó en Cuba por más de 40 años. En su parroquia del Carmen de Santa Clara solía editar mensualmente una hojita llamada
AUn Saludo y un Mensaje@. La siguiente fue la última que nos dejó antes de fallecer en 1979:
Nuestra alma, obra de Dios, creada por Dios y para Dios, ha recibido
un don que no tiene precio: El don de la voluntad. Pero por el abuso de esta voluntad perdió el hombre su inocencia y el derecho
al Cielo. Dios que es amor y misericordia, no cerró para siempre las puertas
del Cielo, sino que quiso darnos un Redentor quien repararía el pecado y abriría de nuevo las puertas del Cielo para nosotros. Vino Dios hecho hombre, para enseñarnos, no sólo con su ejemplo, sino con sus palabras. No contento
con nacer pobre ,vivir pobre, peregrino, despreciado y olvidado durante su vida mortal quiso, con sus dolores y su muerte
en cruz, derramando su Sangre, reparar los pecados de los hombres. Alma Cristiana, en este tiempo de penitencia medita lo
que tu Salvador pagó por tu salvación, y así te animes a imitarlo - imitándolo
a él y al ejemplo de la Sagrada Familia y de ese modo conviertas tus penas, dolores y pobreza, desprecios...en penitencias
que será lo más que agradará a tu Salvador, porque así podrás manifestarle el
arrepentiemiento de tus pecados y el deseo de colaborar con tu salvación... Repite a menudo: “ Dios mío, quiero con amor seguirte
por el camino de la Pasión;
Así,
junto a Ti, mis culpas reparar
y mi corazón en tu amor inflamar.” Alma Cristiana, para ser fiel, contempla a Jesús...pero ...a Jesús azotado. “Ver a Dios maniatado y cruelmente azotado !Creerlo solo por la fe, puede el hombre lo que ve! En tu cuerpo, hecho llaga, tu amor mis culpas paga. Vertiendo la Sangre por mí, abres el cielo que perdí. Grabar en mi alma quiero Jesús, tu dolor tan fiero. Recordar que yo he sidoquien tanto te ha herido.” Si
desean conocer más del P.Vandor me pueden contactar. Existe una biografía sencilla, rica y fácil de leer. Agradecería que
le invoquen y, si obtienen alguna gracia, me lo comuniquen para reportarlo a los encargados de la causa de beatificación.
Dios les bendiga siempre y les regale en esta Cuaresma el regalo más hermoso, el de la conversión, el de pasar de la muerte
del pecado a la vida de vivir en la gracia de Cristo, vencedor de la muerte y Señor de la Vida. Con cariño, P.Eduardo R.Jiménez |
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